1. QUE ES LA VIOLENCIA DE GENERO

1.1 Definición

Se entiende por violencia de género cualquier acto violento o agresión, basados en una situación de desigualdad en el marco de un sistema de relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres que tenga o pueda tener como consecuencia un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas de tales actos y la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si ocurren en el ámbito público como en la vida familiar o personal. (Ley 11/2007).

1.2. Sensibilización y prevención

La sensibilización se encarga de que la problemática de la violencia de género, que no permanezca oculta, que se conozca y entiendan sus causas, y que cada persona tome un papel activo de manera personal o colectiva en combatirla. Sensibilizar no se trata solo de informar (la información es imprescindible, pero no lo es todo). La sensibilización busca que las personas tomen conciencia del problema, que éste sea patente al entendimiento para actuar sobre él. A través de la sensibilización se quiere informar adecuadamente a la sociedad de lo que ocurre y hacerla crítica con el problema. El fin último es lograr la implicación de las personas en la lucha contra la violencia de género.

Mientras que la prevención actúa sobre las causas y no sólo sobre los efectos. Prevenir quiere decir: evitar que ocurra. En el camino hacia la prevención, la información y la sensibilización son pasos imprescindibles, pero también insuficientes. En la prevención, la línea de actuación pasa necesariamente por la educación y la formación. Se trata de educar para la adquisición de conocimientos, valores, actitudes y competencias que eviten la violencia futura. Su objetivo principal es lograr que en el futuro desaparezca la violencia hacia las mujeres.

1.3. Sexo y Género

Sexo: responde a una realidad biológica de los seres humanos. Marca una serie de diferencias innatas entre mujeres y hombres.

Género: es la construcción social, que diferencia y caracteriza a las personas por el papel que se le ha asignado según el sexo al que pertenecen. El género informa a la persona de lo que es obligatorio, lo prohibido y lo permitido según su sexo. Se trata de lo que entendemos en nuestra sociedad como masculinidad y feminidad.

Nos sólo las generaciones mayores presentan actitudes y comportamientos sexistas. Un estudio sobre violencia de género en la adolescencia, realizado por la Universidad Complutense de Madrid y promovido por lo que antes era el Ministerio de Igualdad, revela que un gran número de chicas, un 9,2% de las encuestadas, han sufrido maltrato alguna vez, junto a un 13,1% de los chicos que han maltratado alguna vez a su pareja o ex pareja. Este estudio revelaba que el comportamiento coercitivo, el control y los celos son los motivos más frecuentes de la violencia de género entre jóvenes.


2. CÓMO PREVENIR LA VIOLENCIA DE GENERO: EDUCACIÓN

2.1 Educar

Educar a los niños y niñas, desde las edades más tempranas, en una cultura centrada en la resolución pacífica de conflictos, fomentar la empatía y desarrollar una autoestima equilibrada, son principios que favorecen la desaparición de los perjuicios de género que se dan ya desde la escuela.

Eliminar al máximo los estereotipos transmitidos por la cultura patriarcal; por lo tanto, enseñar a ‘ser persona’ en lugar de enseñar a "ser hombre" o a "ser mujer" y así desterrar mitos como que la agresividad es un rasgo masculino, o por el contrario, la sumisión, el silencio, la obediencia… son rasgos femeninos, son objetivos de la coeducación.

Además, se debe:

- Evitar todo menosprecio hacia aquellos chicos u hombres que no se adaptan al modelo de masculinidad dominante.

- Evitar todo menosprecio hacia aquellas chicas o mujeres que no se acomodan al modelo de feminidad dominante.

- Enseñarles a los niños y a los hombres a incorporar en sus vidas las vivencias y expresión de los propios sentimientos y emociones que enriquecen sus relaciones personales y así favorecer la resolución de conflictos sin recurrir a comportamientos violentos, por medio del diálogo, el acuerdo, la negociación…

- Desarrollar una buena autoestima que capacite a niñas y niños para adoptar una actitud resuelta ante la venida y sus desafíos, asumir responsabilidades y enfrentarse con seguridad a los problemas.

Pérez Grande (2007) afirma que la prevención educativa de la violencia de género requiere de una transformación social que, a su vez, demanda una transformación educativa a todos los niveles: familia, centros escolares y medios de información. Estos agentes, de alguna manera, siguen reproduciendo un modelo de sociedad no igualitario, que dificulta que tenga lugar un cambio de actitudes.

2.2 Tipos de Educación

Educación formal es aquella que tiene lugar en entornos organizados y estructurados (por. Ej., un centro educativo o formativo, o bien en el centro de trabajo) y que se designa explícitamente como formación (en cuanto a sus objetivos, su duración y los recursos empleados). La formación o aprendizaje formal presupone intencionalidad por parte del que aprende. Por regla general, siempre da lugar a una acreditación y una certificación o titulación.

Educación no formal es aquella que deriva de actividad planificadas pero no designadas explícitamente como programa de formación (en cuanto a objetivos didácticos, duración o soporte formativos). El aprendizaje no formal presupone intencionalidad por parte del que aprende.

Educación informal es el resultado de actividades cotidianas relacionadas con el trabajo, la vida familiar o el ocio. No se halla organizado ni estructurado en cuanto a sus objetivos, duración o recursos formativos. Los aprendizajes informales carecen, por regla general, de intencionalidad por parte del que aprende.


3. PREVENCIÓN

La histórica violencia de los hombres contra las mujeres ha sido consentida por toda la sociedad y por tanto, no es posible pensar en sensibilizar o trabajar la prevención con una sola parte de ella. Personas adolescentes, jóvenes, mayores, de cualquier condición social, económica, cultural, de las ciudades o de las zonas rurales, personas nacionales o extranjeras, y de cualquier sexo, han de ser público objetivo de la prevención.

El Instituto de la Mujer define el concepto de prevención como “el desarrollo de medidas preventivas para evitar que se desencadene una determinada situación”.

Dentro del área de la prevención, podemos distinguir entre dos grandes niveles (siguiendo la clasificación de Hurrelmann, 1997):

- Intervención primaria pretende eliminar la aparición de diferentes medidas desadaptativas interviniendo sobre las causas que las provocan. Considera interesante incidir sobre los recursos personales para capacitar ante una vida social; a la vez que actúa sobre el medio en el que se desarrolla la persona, mediante el análisis crítico de diferentes representaciones sociales.

- La intervención secundaria o correctiva trabaja con una población de mayor riesgo, intentando corregir los patrones de comportamiento, previniendo la repetición, el incremento o la consolidación. Es el caso del trabajo específico con maltratadores o con víctimas.

Interesa especialmente la intervención primaria, ya que el objetivo no es sólo intervenir en los casos en los que se ha detectado una situación de violencia de género, sino que más bien, desde la prevención se persigue el objetivo de que esta violencia no aparezcan nunca en la vida de las personas.


3.1 ESTRATEGIAS PARA LA PREVENCIÓN

- Campañas y actividades de promoción, en especial campañas encaminadas a transmitir el mensaje de que es inaceptable la violencia hacia la mujer.

- Movilización comunitaria. Estas estrategias pueden contribuir a la prevención de la violencia de género, a través de la consecución del compromiso de todos los niveles de la sociedad, entre ellos, representantes de los gobiernos locales, líderes de la comunidad, organizaciones no gubernamentales y grupos de mujeres.

- Trabajo con los hombres. La lucha por transformar las relaciones de género y eliminar la violencia contra la mujer no puede tener éxito sin la participación de los hombres. Comprometer a los hombres en la aceptación y respaldo de los nuevos roles a desempeñar por las mujeres resultan claves para poner fin a la tolerancia social ante la violencia ejercida contra las mujeres.

- La capacitación y la sensibilización de los periodistas y otros profesionales de la comunicación que informan sobre la violencia contra la mujer, lo que va a contribuir a mejorar la calidad de la información y a elevar el nivel de conciencia y comprensión de las causas y consecuencias de la violencia contra la mujer por parte del público en general.

- Educación y fortalecimiento de capacidades en el sistema escolar. El sistema de educación formal puede ser clave como lugar para elevar el nivel de conciencia acerca de la violencia de género y a atacar y erradicar los estereotipos de género presentes en la sociedad.


BIBLIOGRAFIA:

- Benito Amador, M.T., García Esteban, J., Navarro Cámara, C. y Sanz Rodríguez, M. (2005). “Materiales para prevenir la violencia contra las mujeres desde el marco educativo”.

- Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

- Pérez Grande, M.D. (2007). “La violencia de género. Prevención Educativa”.

- Xunta de galicia, secretaria Xeral da Igualdade.